26 dic 2009

Berlusconi, hecho un "cristo"

Un hombre de 42 años, Massimo Tartaglia, agredió e hirió a Silvio Berlusconi, primer ministro de Italia, al término de un mitin de su partido, Pueblo de la Libertad, en el que había habido mucha tensión con acusaciones de Berlusconi a un grupo que le llamaba “payaso”. El atacado tuvo que ser hospitalizado inmediatamente, porque el “ostión”, como dice mi vecino, le rompió el tabique nasal, dos dientes y le magulló la mandíbula, los labios y un pómulo. Berlusconi es un ricachón italiano, magnate en el mundo de las telecomunicaciones y editorial, es el más adinerado de Italia con una fortuna de 6.500 millones de dólares y el 70 más rico del mundo. Es líder del partido “Pueblo de la Libertad”, ha sido varias veces primer ministro y lo es en la actualidad. Es grosero, corrupto, se le acusa de estar relacionado con la mafia y en 1981 se encontró su nombre en una lista, como integrante de la irregular logia masónica “Propaganda Due”, la famosa P-2.
En Italia le llaman “enano”, cosa que le molesta, porque, como dice, “mido 1,71 metros, mientras que Sarkozy mide 1,65”. Las bromas sobre su altura son frecuentes en los medios de comunicación, que aseguran usa plataformas en los zapatos para parecer más alto y suele colocarse en el lugar más elevado cuando posa para la foto con otros líderes políticos.
Berlusconi, con 71 años, sigue mimando su apariencia: se ha sometido a dos operaciones de trasplante de pelo, en 2004 y 2005, se ha retocado cara, ojos y cuello con varios "lifting" y nunca olvida el maquillaje en espera de que las cámaras de televisión tomen su lado bueno del perfil que, según él mismo descubrió a la prensa hace poco, es el derecho.
Siente predilección por la ropa. Habitualmente, viste impecables trajes de doble botonadura complementados con corbatas de pequeños lunares, que usa como amuletos porque, dice, que le dan suerte, pero también le gusta llevar gorras y ropa informal y juvenil, eso sí, siempre, de prestigiosas marcas. Le gustan las prostitutas de élite y organiza sonadas fiestas con ellas. Todo un dandy, chulapón y pijo. Este incidente le permitirá pasar de nuevo por el quirófano y retocarse aun más los morros, quitarse ojeras y perfilarse la nariz.
¡Tan contento el chico! Le gusta salir en la tele, aunque sea con un diente roto. Además, está aumentando el número de fans…

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