El grupo ecologista francés “Alianza por el Planeta” y al rebufo otras muchas asociaciones e instituciones afines promovieron realizar ayer un apagón masivo de 5 minutos
Como los curas en el púlpito, predicando.
Continuaron agobiando con desastres apocalípticos. Todo tópicos: La subida de las temperaturas, el aumento del deshielo y del nivel del mar, la reducción de la capa de ozono, las sequías y el descenso de las reservas de agua, mayor virulencia de fenómenos naturales, cambios en las estaciones, congelación tardía y deshielo precoz de lagos, cambios en el comportamiento de los animales, reducción de la riqueza de especies vegetales, pérdidas económicas, pérdida de la productividad de las cosechas, extinción de especies, reducción de la productividad de aguas marinas y de pesca, incendios, cambios en el uso del suelo o alteraciones del hábitat, descenso del turismo, aumento de muertes, desplazados y…finalmente, adelanto del fin del mundo.
Asustando como los curas
España no se quedó al margen: Las alcaldías de todas las capitales de provincia respaldaron la campaña, diversas empresas, el Congreso de los Diputados, las ejecutivas de los grandes partidos, con el PSOE y el PP solidarizándose. ¡A ver qué institución que se precie no se apunta al apagón! ¡Maricón el último!, como en la mili.
Los monumentos emblemáticos como el museo Guggenheim, en Bilbao, la Sagrada Familia, en Barcelona, la Puerta de Alcalá, en Madrid, la Plaza del Pilar, en Zaragoza, el Acueducto, en Segovia, la Giralda, en Sevilla, la Alhambra, en Granada, el Palau de la Música, en Valencia….quedaron todos a ciegas.
Así, aprovechando el evento, se hizo propaganda turística y se aprovechó para mostrar las bellezas iluminadas, por si alguien no las había visto.
Pero como sólo se trataba de un gesto, el apagón de ayer apenas se notó en las cifras de consumo en España. Y esto fue, de hecho, algo positivo –¡albricias!-, ya que según fuentes de Red Eléctrica Española, un descenso brusco de consumo podría haber colapsado el sistema.
El sistema eléctrico estuvo alerta todo el “santo día” para acompasar la producción a la demanda y mantener por los cables la tensión eléctrica necesaria. Las centrales térmoeléctricas, que son las que tienen más rapidez de reacción ante las fluctuaciones del consumo se encargaron de la producción con lo que, paradójicamente, el apagón por el clima hizo que saliera más contaminación de CO2.
Finalmente llegaron los consejos: hay que ahorrar, comprar máquinas de consumo mínimo, lavar la ropa a 50 grados y no a 80, que una bombilla alógena consume lo mismo que 110 bombillas de bajo consumo... bla, bla, bla…
Para acabar quedando bien, que los gobiernos faciliten nuevos combustibles para el transporte de los que no produzcan CO2, que mejoren la eficiencia de las energías renovables, como la solar y desarrollen una nueva generación de centrales nucleares, que la ONU controle la explotación industrial y los recursos naturales del Tercer Mundo, que se recupere la masa forestal del planeta, que desarrollen la biotecnología en los sectores agrícolas y ganaderos…bla, bla, bla…
Más aún: que cada “quisque” reemplace sus bombillas por fluorescentes y apague correctamente todos los aparatos electrónicos, que recicle su basura, que evite la emisión de CO2, que intente reducir sus desechos domésticos un 10%, que utilice menos agua caliente para lavar la ropa , que ajuste su calefacción con una diferencia de cuatro grados entre invierno y verano, que plante un árbol, absorba una tonelada de CO2 en su vida, y sobre todo, conciencie a sus amigos… bla, ble, bli, blo, bluuu….
Alarmar, preocupar, llamar la atención, pringando los tontos, para seguir igual.
Dentro de unos días ya nadie se acordará del apagón.
Proclaman que con esta medida pretenden: alertar sobre el cambio climático, dar un respiro a la Tierra, 
Ahora en La Muela están los bandidos.
