26 jul 2009

Manuel Zelaya, destutuido

Si Zelaya quiso aumentar los límites al período presidencial, contra la Constitución.
Si el Tribunal Supremo Electoral, la Fiscalía General, la Corte Suprema de Justicia y el Congreso de la República declararon ilegal esta consulta.
Si el propio partido de Zelaya, el Partido Liberal de Honduras, también se opuso al Presidente.
Si el 24 de junio, Zelaya al General Romeo Vásquez Velásquez, Jefe del Estado Mayor Conjunto hondureño, porque éste se negó a distribuir las tarjetas de votación de la controvertida consulta.
Si la Corte Suprema votó de manera unánime en contra de la medida y ordenó que el General permaneciese en su cargo.


Si se han dado estas circunstancias, es lógíco, necesario y justo que el día en que se preveía celebrar la consulta popular, Zelaya fuera arrestado con toda razón, en el Palacio de Gobierno por un grupo de militares, cumpliendo con lo ordenado por el Tribunal Supremo del país anteriormente.
Además, el día anterior el Congreso hondureño había abierto una investigación para determinar si había violado la Constitución y si gozaba de "estabilidad mental" y él, Zelaya, se negó a que el Congreso abriese esa investigación para determinar si había violado la Constitución y, además, calificó de arbitraria la investigación y amenazó al Presidente del Congreso, Roberto Micheletti, de destituirlo con un decreto presidencial.


Consiguientemente, fue detenido y expulsado del país. Muy bien.
Por otra parte, el 25 de junio, tres días antes del arresto y deportación del presidente, el Congreso tuvo una sesión y resolvió por unanimidad la destitución del presidente Zelaya, por considerar que acciones de gobierno de éste habían violado la Constitución y el ordenamiento jurídico del país y designó para sucederlo al presidente del Congreso, Roberto Michelettti, con el compromiso de que el mismo permanecerá en el cargo solamente hasta la terminación del mandato de Zelaya en enero de 2010.
El castigo impuesto por la Constitución en estos casos es dar por terminadas sus funciones y ser inhabilitado por diez años.
¿Se cree este ciudadano que puede hacer lo que quiera?


Mucha demagogia, camisa blanca y sombrero popular, pocas razones para volver, pocos seguidores y mucho servilismo hacia Chávez, que es el que le da las ideas y el dinero.

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