Espionaje en Madrid

La Conserjería de Interior de la Comunidad de Madrid ha instalado el andamiaje de una trama de espionaje. Al consejero Granados

le ha picado la curiosidad por saber qué hacen los mandamases de su Comunidad.
Dicho y hecho: A la chita-callando ha puesto a husmear de sabuesos a media docena de guardias civiles buscando huellas por los despachos y a que le entreguen exhaustivos informes sobre lo qué sea, sea personal, político…
Todo por simple nostalgia del que inicia un camino fuera de la cordura o por fastidiar al competidor o por cobros tapados o porque se aburría. Se ha metido a espía.
¡Y la satisfacción que da el crear una red de espionaje!
Este obsesionado por una caza de brujas madrileña, furibundo de Torquemada por las sinagogas se cree el rey del mambo, pero en el fondo es un brote de inquina entre los peperos madrileños por el poder comunitario.

¡Esperancita, cuídate y busca al “tercer hombre”