8 dic 2009

Dimisión en la casa real

González Cebrián, jefe de relaciones con los medios de la Casa Real, ha dimitido por "motivos estrictamente personales" en el puente de la Constitución. Sorprendente.
Bueno, bueno, bueno... Esto no se lo cree nadie.

La auténtica razón es el malestar originado en la real casa por el controvertido libro de Pilar Urbano, donde se exponían opiniones de la real consorte, la reina Sofía, que causaron una explosiva polémica en todos los medios de comunicación.
Se divulgó la idea de que "algunos subalternos" habían hecho dejadez de sus funciones, pero en la real casa nadie se dio por aludido. Alguién era el culpable, pero no salía, como cuando en una clase de escuela primaria algún niño hace una fechoría y "no sale". Se echó la culpa a la escritora, lo más fácil, pero por las estancias palaciegas seguía el run-run. Aparentemente, se arrinconó el tema.
El rey, que cree que le toman el pelo y, a veces es verdad, estaba mosqueado y, dicen, que, cuando se enfada con alguién y le coge ojeriza, sale de la real casa "por motivos estrictamente personales" o "por edad", como Sabino Fernández Campo.
Ahora ha llegado el zarpazo. De aquellos polvos vienen estos lodos. Las cosas de palacio van despacio, pero llegan.

Dicen que le va a sustituir un tal Jordi Gutierrez, porque le cae muy bien a Letizzzia.
Ya se sabe en palacio, en los nombramientos, las afinidades personales es lo más importante.

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