11 abr 2009

Las procesiones de Semana Santa

La procesión, dice el Diccionario de la RAE, es un cortejo de personas que realizan un recorrido. Suelen tener un sentido religioso y las hay en el hinduismo, judaísmo, el Islam y el cristianismo. En todas las religiones. Algunos ejemplos… Josué dando vueltas alrededor de las murallas de Jericó, David alrededor del “arca”, las panateneas en la Grecia clásica…Pero fue el concilio de Trento quien potenció al máximo estas “manifestaciones públicas de Fé”, impresionantes y generalizadas, sobre todo, en el siglo XVII.

Las procesiones han tenido y tienen un carácter de catequesis, de comunicación, de adoctrinamiento, de petición, de expiación, de espectáculo, de representación, de teatro público, de catarsis colectiva. Todo lo ritual, lo ceremonial tiene una vertiente representativa, histriónica y también de exhibicionismo y de ostentación.
Procesiones son las manifestaciones religiosas de Semana Santa y las romerías, pero también las charangas de ferias y fiestas, las manifestaciones políticas, las protestas reivindicativas sindicales, los carnavales… En todas ellas hay imágenes, banderas, pancartas, bailes, cadenas en los pies, cruces en los hombros, latigazos, disfraces, etc, mucha irracionalidad, sentimiento, desmadre, lloros, risas, dolor, alegría, cabreo… mucha expresividad e, incluso, histeria.
A veces, se juntan las manos en señal de oración, otras se aplaude, se levanta el puño, se hace el saludo fascista, se grita, se recitan oraciones, se repiten slóganes. El sentimiento colectivo se desparrama por la mente de todos y anula el razonamiento individual y personal.
“¿Dónde va Vicente? Donde va la gente”, como las manadas de animales, las bandadas de pájaros, los bancos de peces.
Como en toda “manifestación colectiva” hay actores, que hacen, que pasan actuando, que representan y hay espectadores que ven, que son pasivos, pero ambos, actores y espectadores, se lo pasan bien, se entretienen, participan, se implican.
En los últimos decenios han disminuido estas “manifestaciones colectivas” de contenido político y sindical, pero están aumentando las manifestaciones de contenido festivo y religioso.. Hay tres elementos que hacen aumentar su importancia:
1.- Los medios de comunicación, audiovisuales, en general, el inmenso progreso de las telecomunicaciones, que permiten divulgar estas “manifestaciones colectivas” viales por todo el mundo y animar a acudir a ellas de forma activa o pasiva.
2.- Las estupendas vías de comunicación, los medios de transporte y el tiempo libre, que permiten el desplazamiento del personal en poco tiempo a la fiesta, a la procesión, a la manifestación
3.- La posibilidad de mover el dinero y obtener ingresos vía turismo en sus diferentes maneras.
Si se mezcla todo esto (sentimientos, religiosidad, ocio, entretenimiento, inversión, negocio…) el resultado es lo que hay. Imaginemos, por ejemplo, “El camino y procesión del Rocío” y la conclusión es que las procesiones tienen un futuro muy halagüeño.
Dios, que es inteligente, razonable y ve los corazones de todos ¿cómo verá las procesiones?

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