26 jun 2009

Michael Jackson

Hoy el sonido Jackson se ha apoderado de la atmósfera terrestre. Los telediarios han abierto con la noticia, se han cambiado programaciones, las emisoras han desempolvado sus archivos, las industrias de “souvenirs” han instalado sus cadenas de montaje y las tiendas ven su agosto a corto plazo.
Ha muerto en Los Ángeles Michael Jackson, oficialmente, de un paro cardiaco.
A la empresa que estaba promocionando y preparando su inminente gira mundial le ha dado un “tembleque”, mientras que la empresa de seguros hará lo posible para que la muerte haya sido natural y no tenga que desembolsar. Montones de entradas se van a devolver, pero los compradores en las reventas, las perderán. Es decir, hay mucho dinero en el aire.


Michael, niño precoz lideró los “Jackson Five” a los 5 años y ya no paró. En 1979 se puso por su cuenta y aceleró.
Ante todo fue un cantante, bailarín y coreógrafo genial. Era garganta, pies, piernas e imaginación. Lo demás eran accesorios: gafas oscuras, calcetines blancos, lentejuelas, medallas, insignias, paraguas, mascarilla, guantes…


Era exótico, extravagante e hipocondriaco. Fue el “rey del pop”, pero también hizo rhyhm and blues, soul, funk, dance, hard rock…
Por el lado negativo, fue objeto de acoso cuando era niño y acusado de pedófilo en su madurez. La indemnización a su denunciante para que se callara, la casi defenestración de su hijo y las turbias conductas patológicas con niños, le bajaron a ras de suelo. Su obsesión por el blanco, consecuencia de su vitíligo o de su complejo por el color, le restaron muchos seguidores fanáticos y, últimamente, sus escuálidas finanzas le obligaron a preparar una nueva gira, pero, ¡lástima!- ya será una gira extraterrenal.
Lo mejor, el videoclip “Thriller” (el más vendido de la música moderna, 107 millones de copias), las imágenes de “Black or White”, el sonido de “Bad”, la coreografía de “Dangerous” y su aportación al magnífico “We are the world”. Total: 750 millones de copias y 13 Gramys, 13 canciones nº 1 en USA….
Jackson tocó el sol y se quemó. Sus despropósitos le guiaron por el precipicio, los “medios” le acosaron como buitres y él se acongojó, se escondió, huyó, no quería hacerse viejo.
Pero para Jackson la inmortalidad no existe, su figura se hará cada vez más irreal, acabando en mito y leyenda.
Aquí abajo, algunos mortales ramplones, hurgarán en el morbo de su muerte y sus miserias, otros, más listillos, medrarán con “el vil metal” y otros, pocos pero sensatos, admirarán su creatividad artística.
We are the world.

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