El teleprompter

La modernidad ha llegado a la política española. Esperancita Aguirre ha sido la primera en utilizarlo en sus discursos del “Debate de la Comunidad de Madrid”.

Se trata del teleprompter, unas pantallas que permiten al orador leer su discurso sin necesidad de papeles, ni de atril. En USA, adelantados ellos, ya lo utilizaban desde hace varios años y ¡lo bien que lo hace Obama!
Cuesta 3.000 dólares.
El problema se produce, si se estropea el aparato y el orador se “queda en blanco” sin saber cómo seguir hablando.
Imaginaros a Juan Carlos, rey, utilizándolo, después de media docena de cursillos intensivos y que se le rompa. ¡Pobre SM!

Este es el riesgo actual, porque antes lo peor que podía ocurrirle al orador era cambiar el folio, como una vez le ocurrió a Juan Carlos, rey, que en el Congreso, saco del bolsillo de su chaqueta un folio y empezó a leer: “UNIÓN FENOSA. Recibo correspondiente a los meses de marzo-abril. Setenta kilovatios consumidos…” Menos mal que un ujier se “tiró en plancha” para pararle, porque hubiera seguido leyendo hasta “Precio total…”
¡Qué bruto el ujier! Podía haberlo interrumpido de forma más elegante con un “¿Por qué no te callas?”.