La Habana: "Paz sin fronteras"

La plaza de la revolución de La Habana ha sido por un día la “meca” de la humanidad, el centro mundial de la “paz sin fronteras”. La utopía festiva y fraternal subió como un globo de ilusiones hasta el cielo de las supernovas. Los corazones del millón de asistentes latió al unísono destilando emoción durante 5 horas.
De 2 a 7 de la tarde el sol calentó a la apretujada muchedumbre, provocando chorros de salitre de sus sobacos en salsa, a pesar de los consejos de los promotores de que llevaran gorra, sombrero, agua, dulces…. Todo porque los “cuaanos” no poseen, pobres ellos, de los equipos luminosos necesarios para poder celebrar el evento bajo la pálida luna y porque así también podrían ver el espectáculo los europeos antes de irse a la cama.
La masiva afluencia fue posible por la constante y machacona promoción semanas atrás desde todos los medios de comunicación y, sobre todo, porque era gratuita la asistencia. “Entrada libre en una “Cuua libre”.
Autobuses escolares, ómnibus, guaguas, camiones, bicicletas, burros…se pusieron a disposición de los que quisieran acudir. De este modo, manadas y catervas de guajiros atosigaron las carreteras, que desde todos los rincones de la isla conducen a su capital.
La plaza de la Revolución por una vez no fue roja, sino blanca, porque la revolución ya no debe ser sangrienta, sino pacífica, no se debe hacer con la hoz y el martillo, sino con la paloma.

14 intérpretes, elenco latino e izquierdoso, defendieron el derecho a la paz y repudiaron el odio. Fue todo un gesto humanitario, porque de ningún modo se trató de apoyar al régimen cuano, “como quieren hacer ver los malpensantes”. Para estos 14 “artistas”, sin duda, ha sido una magnífica oportunidad de promocionarse, aunque no hayan cobrado.

La figura del “Che” les observó desde la inmensa fachada, riéndose a gusto, recordando las matanzas de Sierra Maestra, el Escambray, Santa Clara, los fusilamientos de La Cabaña o las emboscadas a los rangers por las quebradas de Bolivia.
¡Qué dislate, qué hipocresía! “Dime de lo que presumes y te diré lo que te falta” dice el refrán castellano. Cuba proclama “`paz sin fronteras” cuando ha tenido sus cárceles llenas de presos políticos y miles de “cuaanos” se han tenido que ir en barquitos de mala muerte a Florida.
Seguro que hubo “cuaanos” más inteligentes, que aprovecharon el evento para disfrutar de un buen baño en la playa “El Varadero”, atestada de gente cualquier otro día por la tarde.
Si sale bien piensan repetirlo en Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, pero, seguro que no lo harán en Miami.
Ah, como fue un acontecimiento humanitario, la SGAE no cobró nada.